Es difícil imaginar que hoy en día, lo que siempre ha sido un sueño para el ser humano, volar se haya convertido en muchas ocasiones en una experiencia frustrante, tanto que prácticamente todos los que hemos volado alguna vez tengamos algo que contar como: Historias de Aeropuertos.

En los primeros años del transporte aéreo comercial, el vuelo estaba considerado como algo emocionante y que sólo se disfrutaba en ocasiones especiales. La gente se vestía con sus mejores galas y se comportaba de una manera muy cívica en esas ocasiones en las que volar era lujo y también un placer al alcance de muy pocos que evocaba una sensación de asombro como la que produce en los que vuelan por primera vez.

Nos olvidamos de lo maravilloso que es el ser capaz de salir de los confines de la llanura terrestre y se elevarse por los cielos a pesar de que no fue hasta hace relativamente poco tiempo cuando cumplimos el sueño de poder volar, un anhelo sentir en toda la historia de la humanidad, fue finalmente cumplida.

Por desgracia, pero inevitablemente, la maravillosa experiencia de los viajes en avión se perdió debido a la rutina y a la pesadez que producen los trámites, burocracia, controles …

Hoy os propongo compartir vuestras experiencias en aviones y aeropuertos, así como proporcionar entretenimiento para los demás con mi selección personal de historias reales y con las vuestras. 

Si bien es cierto que por trabajo he viajado muchísimo éstos últimos años llegando a tomar hasta 90 vuelos en un mismo año, ya que viajaba de lunes a viernes en avión a otros países y por ello tengo multitud de historias que contar como han sido entre otras el asistir y volar en un vuelo inaugural (Madrid >> Estocolmo con iberiaexpress), y volar en el último vuelo de una compañía aérea (Spanair, en un vuelo Frankfurt >> Madrid) antes de ir a quiebra esa misma noche… pero de todas mis historias, he querido resumir algunas de las más divertidas por secciones, tal y como describo más abajo.
Vuelo de Camboya a Malasia Vuelo de Camboya a Malasia

AVIÓN DESTINO Y ORIGEN EN MISMO AEROPUERTO

Aunque he tenido más de un vuelo con origen y destino en el mismo aeropuerto, para relatar mi experiencia «top» en éste sentido tengo que viajar hasta 2010 para recordar mi vuelo Leeds >> Amsterdam >> Madrid, donde tenía una escala de 4 horas en Amsterdam, tiempo suficiente para ir a la ciudad y casi como si fuesen chupitos, junto a un compañero de trabajo ir a uno de esos lugares legales en el país para consumir un par de “cigarritos”.

Volvimos muy «contentos» al aeropuerto y tomamos nuestro vuelo a Madrid cuando en mitad del viaje escuchamos por la megafonía del avión y a la altura de los pirineos que el vuelo tenía que volver a Amsterdam, nosotros no nos enteramos muy bien porque estábamos “algo contentos y risueños” … cuando aterrizamos de nuevo en Amsterdam, no lo podíamos creer: “… qué nos han dado en ese coffee shop?”; efectivamente, la famosa huelga de controladores aéreos en España nos pilló en pleno vuelo y finalmente pasamos todo el puente de diciembre de 2010 en el aeropuerto de Amsterdam, donde al menos, pudimos tomar notas para hacer una guía sobre los mejores coffee shops de Amsterdam.

Y aunque el tema de las low cost es caso aparte, quería reseñar que también hice un vuelo Madrid-Madrid debido a que el compartimento de equipajes no se había cerrado correctamente; esto fue en un vuelo Madrid >> Liverpool donde por cierto, me perdieron el equipaje, y llegué a pensar que había caído en algún prado de Soria.

PÉRDIDA O ROBO DE EQUIPAJES

A quién no le han perdido la maleta alguna vez?, si viajas mucho, seguro que alguna vez te ha ocurrido y a mí personalmente me ha ocurrido varias veces, incluso ser el pardillo, el único pardillo que se queda esperando la maleta en la cinta y hasta ser consciente que no va a salir, han sido varias las ocasiones en las que he tenido la mala suerte de ser el único pasajero de un vuelo sin escalas, al que no le llega la maleta.

Otra muy típica y que sufrí en mi primer vuelo con escalas a los Estados Unidos fue el dejarme la maleta y no re-facturarla como debe hacerse, a pesar de que pregunté a la compañía aérea (TAP) y la señorita del mostrador me dijo de muy malas formas que mi maleta la debería recoger en el destino final (Washington DC), y no en mi primer punto de llegada a los Estados Unidos (New York).

En cuanto a los robos en aeropuertos, han sido varios, pero sorprende que la mayoría de las veces me han robado en vuelos en los Estados Unidos, el país de la seguirdad. Y es que, el que un tipo se lleve las maletas por otro camino diferente al de las cintas de los mostradores para “escanearlas” y que además tenga la llave de la TSA para abrirlas, tiene un alto porcentaje para que te roben, la última vez fue en un vuelo Miami >> Madrid donde además se dejaron el cutter que utilizaron en el interior de la maleta.

Poniendo los asientos para volarVuelo de vértigo en República Dominicana
Fuselaje de un avión, aircomet plus, compañía que fue a quiebra al tiempo
Con los pilotos del avión

ATRAPADO SIN PODER VOLAR

Cancelación de vuelo, retraso de vuelo, pérdida de enlace y conexión en tránsito con otro vuelo … puede haber mil razones para que te quedes en un lugar sin poder volar y aunque esto me ha pasado en varias ocasiones y en muy diversos destinos, quién me iba a decir que me quedaría atrapado, no una, sino en dos ocasiones en el Reino Unido debido a una nube de cenizas generada por la erupción de un volcán islandés de nombre impronunciable. Y así es, las dos ocasiones en que entraron en erupción me quedé atrapado varios días sin poder salir de las islas británicas.

Islas en las que en la navidad de 2009 estuve a punto de quedarme debido a una gran nevada que colapsó los aeropuertos londinenses impidiendo la salida de aviones, en éste caso y miles de euros más tarde, conseguí volver a tiempo para pasar las navidades en casa.

INTENTO DE ATERRIZAJE Y DESPEGUE

El viento, la climatología, falta de combustible, problemas en el avión, incidentes con el pasaje … muchas razones por las que un avión tenga que abortar un aterrizaje, un despegue, irse a otro aeropuerto, aterrizar en otro lugar antes de lo previsto … en mi caso os cuento tres experiencias rápidas.

Un intento de aterrizaje en el ventoso aeropuerto de Luton (Inglaterra), debido al viento el avión iba muy escorado y había dos opciones cuando estaba casi tocando tierra, una era que el ala izquierda del avión tocase pista antes que el resto del fuselaje y con ello seguramente un accidente grave o pisar a fondo, volver a subir e intentarlo de nuevo. Gracias a dios, los pilotos tomaron la opción correcta y pos eso os estoy escribiendo.

Al hilo de esto recuerdo un vuelo a Leeds (norte de Inglaterra) en el que tras un retraso en el aeropuerto origen de Amsterdam se nos dijo que no se podía volar debido a la fuerte nevada que estaba cayendo en el aeropuerto inglés. Tras optar por volar con el mismo avión hacia el aeropuerto alternativo de Manchester y de allí en autobús hasta Leeds, el piloto indicó en pleno vuelo que “iba a intentar aterrizar en Leeds/Bradford” a pesar de la nieve y que por favor, nos agarrásemos bien a los asientos. Y así fue, yo no veía el fin del aterrizaje, sólo veía mucha nieve en toda la pista levantándose y que el avión no frenaba lo suficiente. Cuando éste finalmente paró, la verdad que no recuerdo haber aplaudido jamás tanto en mi vida tras un aterrizaje.

Los intentos de despegue son realmente raros y por eso, de los cientos de vuelos que he realizado, sólo he tenido una ocasión en la que un vuelo de una compañía low-cost intentaba despegar. El avión tomó pista como de costumbre y se puso a acelerar, tras unos segundos yo no sentía que tuviésemos suficiente velocidad y me extrañé, al poco, el avión invirtió motores y dio un fuerte frenazo. Salió de pista y lejos de volver a la terminal (por si sucedía algo en el avión), volvió atrás y volvió al inicio de la pista para intentarlo de nuevo, ésta vez … pudo despegar, ufff!.

CARRERA POR LOS AEROPUERTOS

Para los que hacemos deporte y corremos habitualmente, sabemos perfectamente que una carrera en un aeropuerto es un ejercicio de lo más duro y que aunque salgamos a correr habitualmente, las agujetas que deja un carrerón en un aeropuerto no las dejan ni 20km de carrera. Aquí se junta estrés con adrenalina, con nervios, con velocidad y normalmente cargados con algo … un cóctel explosivo!.

De todos los que he tenido, tres carrerones superan al resto; uno fue en el tránsito Los Angeles >> Chicago >> Madrid, cuando el vuelo de Los Angeles salió con retraso y llegó a O’Hare justo a la hora en la que salía el vuelo a Madrid, tras una carrera explosiva por la terminal, finalmente y por suerte (o como es normal), el vuelo de iberia ni siquiera había llegado, tal fue el mal cuerpo que se nos quedó tras la carrera que no pudimos ni comer.

En el segundo puesto tengo un vuelo Londres >> Barcelona >> Madrid, atípico, pero era la única manera que tenía para llegar a casa por Navidad y tras la cancelación de casi todos los vuelos en Inglaterra por nieve. Fue en la inauguración de la nueva terminal de Barcelona donde se cumplió la primera ley de murphy aeroportuaria en un tránsito corto. Sólo teníamos 10 minutos para el tránsito y además con control de documentación, donde se cumplió la mencionada ley de murphy: “si tienes prisa, tu puerta va a ser la última, y de la última terminal…” y así fue, cuando llegué el primero del grupo me dijeron: «que sepáis que os dejamos embarcar a pesar de ir fuera de tiempo pero que vuestras maletas NO van a llegar», … ok, accedimos a tomar el vuelo sabiendo que las maletas no viajarían con nosotros. En éste caso, un compañero vomitó en la propia puerta de embarque, y es que sin duda, ésta fue una gran carrera.

En el tercer puesto, otra absurdez típica que es el estar haciendo tiempo en la terminal, y luego darte cuenta que el vuelo de enlace o tú mismo vuelo directo sale de la misma terminal pero de la zona satélite o aquella a la que se accede por un tren subterráneo, es momento en el que la tranquilidad se invierte para convertirse en puro estrés que no te deja ni respirar, deseando que el trenecito, … ese que va tan despacio llegue hasta la zona de la salida de tu vuelo.

TURBULENCIAS Y DESVÍO DE VUELOS

Qué bien se pasa en algunos vuelos, sobre todo para los que no somos propensos a marearnos y vomitar en pleno vuelo. Esos subidones por cambios de presión en el aire, caídas de varias decenas de metros por cambios de aire, … wow!, como una montaña rusa.

Recuerdo especialmente un vuelo Pamplona >> Madrid en uno de éstos vuelos de Air Nostrum de hélices: multitud de gente vomitando, caídas constantes del avión, giros bruscos, bebidas que caían, gente pidiendo más bolsas para vomitar, … fue sencillamente una pesadilla de 40 minutos que nunca olvidaré. Por otro lado, mencionar que en un vuelo Shanghai >> Moscú incluso sentí por unos segundos la ingravidez cuando el vuelo se desplomó durante dos segundos, en éste caso fue un gran subidón.

A veces la climatología obliga también a cambiar el rumbo de los vuelos y así me ha sucedido en varias ocasiones. En una de ellas una gran tormenta y multitud de rayos impidieron que mi vuelo aterrizase en Madrid, teniendo que aterrizar finalmente en el aeropuerto de Manises (Valencia) como opción alternativa a la tormenta y donde permanecimos tres horas parados en pista sin poder salir del avión, sin agua, sin comida y sin nada hasta que el piloto decidió de nuevo tomar vuelo y llegar al aeropuerto de Madrid.

SURREALISMO A BORDO

Alguien que se duerme en tu hombro, alguien que ronca a tu lado en un vuelo largo, una azafata a la que se le rompe la camisa en plena demostración de seguridad … De todas las historias, reconozco que lo más surrealista que he pasado fue en un vuelo patrocinado por una famosa marca de ron, que nos llevó de Madrid a Ibiza donde el avión fue capaz (a pesar de las advertencias) de aterrizar en Ibiza con la mayoría del pasaje puesto en pie y con copas de ron en las manos, es decir, un avión «fiesta» en toda regla … saltándose todas las pautas de seguridad de un vuelo, por ello, … hasta aquí puedo hablar.

Vuelo de Camboya a Malasia

FRONTERAS Y CONTROLES AEROPORTUARIOS

Que te confundan con otra persona, que obliguen a sacar un gato de su transportín para pasarlo suelto por el arco de seguridad con lo nerviosos que se ponen los animales, que se te haya olvidado sacarte el visado … mil y una historias, aunque si tengo que catalogar un control en un aeropuerto como «curioso» es la frontera aeroportuaria de Camboya, donde el trámite es largo, pero no de tiempo sino de pasos por los que pasa tu pasaporte, donde, a una persona le pagas el visado, a la otra le das el pasaporte, a otra persona le das la foto … todo ésto mientras tu pasaporte va pasando por un total de 10 manos, otra persona a la que debes entregar un papel, otra persona te mira y te reconoce para ver que eres el del pasaporte, …. así hasta que a los 5 minutos te entregan el pasaporte con una pegatina puesta … sencillamente la frontera más divertida y curiosa que he visto jamás.

Aunque siempre, siempre ... pase lo pase en un avión, hay que mantener la calma ...

Tan sólo he resumido algunas de mis experiencias personales de todas las que me han sucedido, dejando atrás muchas otras historias como: vertidos en un aeropuerto que impiden la salida de vuelos, el embarcar en un vuelo, cerrar las puerta y decir: “por motivos ajenos a la compañía, no podemos despegar hasta dentro de dos horas”… ¡pues no nos hagáis embarcar!, claro … una vez dentro no puedes ir a poner una queja en firme.

Para la mayoría de los casos está bien conocer los derechos del pasajero en cualquier lugar en el que ocurra algo y sobretodo saber cómo obtener una indemnización de entre 125 y 600 euros independientemente del precio pagado por el billete en caso de que un vuelo se cancele, se retrase o tenga overbooking. Donde la cantidad de la indemnización a la que se puede tener derecho está determinado por la distancia del vuelo, duración del retraso y las circunstancias que han provocado dicho retraso, overbooking (sobre venta) o cancelación, para todos estos casos está flightright, quienes tienen bastante experiencia y soluciones para éstos casos.

Estoy seguro que tienes alguna buena historia en un avión, aeropuerto o en pleno vuelo que compartir, y que hará entretenernos a todos o incluso ayudarnos a sobrellevar una circunstancia similar. Estoy deseando conocer tu mejor historia en un aeropuerto.

9 COMENTARIOS

  1. Relato muy divertido!!! ya que comentas a cerca de la pérdida de equipaje y reclamaciones a compañías aéreas, os recomiendo esta web [##censurada por publicidad encubierta##], aunque hay muchas otras, para reclamar vuestra incidencia. En mi caso reclamé y me pagaron más de 400 euros por un retraso en un vuelo. Pues eso, a reclamar nuestros derechos!!!

  2. Vaya historias! A mi lo único que me ha pasado ha sido que me cancelaron mi vuelo ( que por cierto lo reclamé con esta compañía y me devolvieron todo el dinero ##censurado publicidad encubierta##) y me tocó quedarme a dormir con un grupo de australianos y ahi estuvimos toda la noche de fiesta, fue muy divertido 😉

  3. Hacía tiempo que no pasaba por aquí ¡vaya cambiazo! Qué despliegue de diseño, enhorabuena.

    Sobre los aviones y aeropuertos, lo último ha sido regatear con China Eastern Line (como si estuvieras en un zoco) la indemnización por joderte una maleta. No lo podía creer, la azafata como si estuviera en un mercado regateando… La huelga de controladores española también la sufrimos y perdimos un vuelo a Viena además de hoteles y todo lo que habíamos contratado sin ver un euro. Yo si puedo cada vez me gusta más ir con mi coche, pero claro no se puede ir a todos los sitios.
    Saludos viajeros, El LoBo BoBo

  4. Muy entretenida esta entrada, jeme, vaya la de cosas que te han pasado. A mí también me ha pasado ser la única pasajera a la que no le llega la maleta…ays que cabreo da. Afortunadamente no he sufrido demasiados vaivenes turbulentísticos, mejor así, me acojinaría que creo tardaría en volar de nuevo, así que no me quiero ver en esos despegues y aterrizajes que nos cuentas, qué horror!!!
    Un saludito y este tema requiere un segundo capítulo 🙂

  5. Hola! Impresionante web y mejor lifestyle!! Me encantó! Yo te dejo aquí un relato de mi primer vuelo a Katmandú, la ciudad donde he vivido casi dos años
    Lección número 1: no dejar todo para el último día
    18 kilos en un macuto, 14 en otro, una cámara gigante, un brazo dolorido de cuatro vacunas recién puestas, mil quinientos euros pegados al pecho y el corazón latiendo fuerte de la emoción por el viaje a emprender. Como siempre voy dejando todo para el último día, no le he contado a la enfermera del Ministerio de Salud que me ha vacunado de la fiebre tifoidea, la hepatitis A y la meningitis asiática que marcho esa misma tarde a Nepal. Tampoco se lo he contado a la farmacéutica que me ha vendido la preventiva de la “malaria”. Y tampoco al señor malhumorado que me ha abierto esa misma mañana la puerta del consulado de nepal y que, como no he querido hacerme el visado con él sino que sólo quería un poco de información sobre hoteles en Katmandú (KTM), me ha contestado únicamente que no él no es una agencia de viajes y que me busque la vida. A quien sí se lo he dicho ha sido al chico de North Face que me ha vendido a pocas horas de volar las pastillas potabilizadoras necesarias para pasar un par de meses sin malos ratos en Nepal. Y también a la chica de Mapfre que me ha hecho tomadora de una póliza de seguro para altos riesgos en cuestión de minutos porque ni ella me dejaba volar a KTM sin alguna cobertura internacional.
    Con esas premisas mi amiga y vecina de toda la vida me ha dejado en la T4 con un abrazo enternecedor, una palmadita y grandes palabras de ánimo. Creo que se ha dado cuenta de que por muy valiente que parezca, este viaje de cinco meses a KTM se me hace un poco grande.
    Me acerco al mostrador y en fracción de segundos veo como mi viaje Madrid-Londres-Dehli-Katmandú (comprado días antes con edreams) se trunca de manera estrepitosa. Me comunica la azafata con cara burlona que sin visado no puedo volar a Delhi (visado que no quise sacarme en Madrid en su momento porque en KTM me costaría más barato) y que, aunque pudiera, no llegaré a tiempo a mi próximo vuelo pues al llegar al nuevo aeropuerto de Londres (London City) tendré menos de tres horas para pasar el control de pasaporte, recuperar mi maleta, cambiar a pounds, salir de London City, cambiar de aeropuerto, comprar billete de metro, coger tres metros distintos, llegar a London Heatrow, facturar la maleta, pasar el control de seguridad y embarcar. Todo eso con 18 kgs en una mano, 14kgs en la otra, mil quinientos euros bajo la camiseta, una tarjeta de crédito que ha decidido dejar de funcionar y la boda del año el mismo día y en la misma ciudad…
    Sin embargo se ve que este viaje a KTM no me lo podía perder y que esta experiencia me estaba esperando con los brazos abiertos, pues conseguí llegar a tiempo al avión. Bueno, el vuelo estaba cerrado ya pero me lo abrieron cuando me vieron llegar con los bultos pesados y la lengua fuera…
    Y aunque parezca que me gusta regocijarme con mi cabecita loca esto no es más que reflejo de mi propia incredulidad de mi propia suerte y es que ya estoy aquí en esta ciudad maravillosa, con mis pastillas potabilizadoras, mi visado, mis rupias nepalíes, mis vacunas puestas, mi preventiva de malaria que he de llevar conmigo siempre para no palmar en 24 horas (creo que fue un poco dramática la enfermera) y mis maletas sanas y salvas en el hotel. Pero tengo que agradecer la paciencia de los demás y es que soy consciente de que aunque las cosas me acaban saliendo bien al final, el precio pagado es alto pues acabo poniendo a todo el personal en vilo y al borde de un heart attack (mis padres, mi amiga y vecina de toda la vida, mis tios, mis amigos… ) así que ya se bien qué propósito puedo trabajar para el año que viene 2012. Lección numero 1: no dejar todo para el último día.
    No daré más detalles del vuelo porque esto parece el diario de vuelo en vez del diario de una experiencia nepali (como me ha dicho mi buena amiga mj, que deje ya el aeropuerto que parece que soy una inmigrante ilegal) pero sí que es verdad que quiero añadir que el vuelo fue una auténtica delicia después de la tormenta acaecida: el personal de vuelo encantador, un menú vegetariano increíble preludio de lo que sería la comida nepalí, una compañera de vuelo finlandesa simpatiquísima con quien voy a compartir casa en KTM y una acogida maravillosa al llegar a la ciudad.
    En el aeropuerto de KTM me esperaba el conductor del Embajador en el coche oficial y con un cartelito Ms CGD, quien me llevó hasta el precioso hotel que me habían reservado junto a la Delegación, con precio negociado. Ni una queja, sólo un eterno agradecimiento.

  6. Me he reído un montón leyendo esta entrada porqué me han venido a la cabeza varias situaciones divertidas, aunque en aquel momento no lo fueran tanto. Recuerdo unas turbulencias exageradas en un vuelo Delhi – Karachi. En el avión viajaban un grupo de viejitos musulmanes que iban en peregrinación destino a La Meca, vestidos con túnicas blancas inmaculadas y cada uno con una alfombra enrollada al hombro. Con las turbulencias el avión pegaba unos botes que pa qué y si todos nos asustamos, ellos que supongo que era la primera vez que volaban lo estaban pasando realmente mal. Uno de ellos, ni corto ni perezoso, se desabrocha el cinturón, se levanta del asiento, despliega la alfombra en el pasillo y se pone a rezar. A la azafata le costó hacerle entender que debía sentarse y abrocharse de nuevo el cinturón.

    Un abrazo

    • Impresionante!, espero que la Meca no le pillase en el sentido de estar arrodillándose debajo del asiento de otro señor … vaya panorama sería ese sube y baja …. :-O
      Gracias por compartirlo!

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