El majestuoso e histórico río Nilo fluye a través de Egipto tal y como lo ha hecho durante siglos y siglos, siendo el único superviviente vivo de toda la historia del antiguo Egipto. La vida de los Templos a la orilla del rio Nilo en Egipto, sus orillas y en las casas de adobe que se encuentran junto al río parece haber cambiado poco.

Es interesante ver cómo las mujeres todavía bajan con tablas y piedra para lavar la ropa de la familia. Los animales pastan en la vegetación que proporciona el Nilo a lo largo de sus orillas. Los niños corren y juegan en la orilla, y los pescadores azotan el agua tal y como se hacía en el antiguo Egipto para que los peces naden en dirección a las redes.

Ver cómo es la vida a orillas del Nilo desde la cubierta de un barco o el típico crucero que recorre el tramo más importante del Nilo hace que sientas una sensación de dislocación temporal. Es como un viaje al pasado con la vista y real, que cambia completamente en cuanto bajas a los lujosos salones y pasillos del barco y te sientes de nuevo catapultado al siglo XXI.

El tramo del Nilo con los más imponentes templos de Egipto es el que se suele hacer en crucero desde Luxor (también conocido como Tebas) y poniendo como punto de partida en ésta ruta el impresionante templo de Karnak, ruta que nos lleva a visitar los templos más famosos del antiguo Egipto hasta Aswan, con la posibilidad de continuar al imponente templo de Abu Simbel.

Tan impresionantes y bien conservados están todos los templos de ésta ruta del Nilo que, sucediéndose una y otra vez, sólo la presencia de multitudes y grupos de personas vestidos con pantalón corto y camisetas llamativas me recordaban que no estaba en el antiguo Egipto.

LUXOR (ANTIGUA CIUDAD DE TEBAS)

El templo de Luxor se encuentra en el corazón de la ciudad, justo al lado del Nilo. Originalmente, su larga avenida de esfinges cubría todo el camino hasta la ciudad de Karnak, situada a unos 5 kilómetros al norte. Hoy en día, incluso sin todo el camino completo conservado, sigue siendo impresionante. Las puertas del templo están flanqueadas por los colosos gemelos de Ramsés II, pasar entre ellos es una experiencia realmente mágica.

El templo de Luxor es también famoso por la Mezquita de Abu al-Haggag, la cual se construyó en medio y sobre las salas egipcias y estatuas, puesto que el templo estuvo enterrado bajo la arena del desierto. Tanto la Mezquita como el templo, son dos piezas de la historia de Egipto que se unen entre sí con inquietud, recordando a los visitantes que Egipto ha tenido una historia larga, complicada y con muchos cambios.
Luxor, Avenida de las Esfinges

Templo de LuxorColosos de Memnón

Templo de Luxor

Al otro lado del río se encuentra el Templo de Hatshepsut, construido por una de las muy pocas mujeres faraones de la historia de Egipto. Aunque su reinado estuvo marcado por la prosperidad, las figuras de todos los pasillos del templo tienen la cara desfigurada y rota, posiblemente porque –como se cuenta en las escrituras del templo– sus logros como faraón fueron resultado de los esfuerzos de los demás y no suyos. En todo caso, caminar por el templo es un viaje lleno de impresionantes monumentos, siendo su templo lleno de columnas uno de los más importantes de Egipto.

El templo de Hatshepsut está construido en un acantilado al que se accede por amplias rampas que en su época de esplendor estaban adornadas con jardines. Con el clima desértico de Egipto hoy en día, todos los rastros de grandes jardines y exuberante vegetación se han borrado completamente de los templos. Sin embargo, lo que queda de los templos es realmente impresionante. A diferencia de las pirámides y las tumbas del valle de los Reyes, el enorme templo está construido para provocar una sensación de asombro y admiración, algo que –al menos conmigo– lo consiguieron con creces.

Los imponentes acantilados de piedra caliza del cercano Valle de los Reyes están plagados de increíbles tumbas. Durante siglos, las pirámides y monumentos mortuorios fueros el blanco de los ladrones de tumbas que durante siglos saquearon y profanaron sus tumbas, lo llevó a los gobernantes egipcios a apartarse de las impresionantes pirámides en favor de un sistema de túneles y cámaras mortuorias ocultas en la montaña para impedir la profanación por parte de los ladrones de tumbas. El plan no tuvo éxito y sólo (hasta ahora) la tumba del joven faraón Tutankamón se salvó, en gran parte porque murió tan joven que su pequeña cámara mortuoria se pasó por alto.
Templo de Hatshepsut
Sin los tesoros, y con unas pareces que conservan poco de sus pinturas y frescos, las tumbas del valle de los reyes son un tanto claustrofóbicas. Está claro que no estaban destinadas a impresionar a los visitantes. Pero la inmensidad del laberinto de tumbas y pasadizos del Valle de los Reyes impresiona mucho, siendo fácil darse cuenta al ver el alcance del proyecto de los faraones que había una inquebrantable creencia en la importancia de estas tumbas para asegurar la calidad de su vida futura en el más allá.
Sarcófago del Valle de los Reyes

TEMPLO DE KARNAK

A pesar de estar en ruinas, el templo de Karnak sigue siendo uno de los templos más impresionantes. Por más de 1500 años, cada nuevo gobernante agregó su propia sección al templo, donde una avenida de esfinges con cabeza de carnero conducen al interior del complejo lleno de pequeños templos, santuarios, obeliscos, y un impresionante lago sagrado. Todo aquello proclamaba la riqueza y el poder de los faraones que gobernaron en cada momento.

Hoy en día, el templo es un hervidero de grupos de turistas que hacen prácticamente imposible tomar una fotografía sin gente. Eso sí, aunque es difícil encontrar lugares sin gente, el  pasear entre los tesoros de la historia antigua del templo de Karnar, y tratar de imaginar lo que era hace miles de años, es un ejercicio mental que casi te viene sólo al pasear entre las impresionantes paredes y columnas.

Templo de KarnakTemplo de Karnak

Templo de Karnak

EDFU

Si los otros templos son impresionantes en sus ruinas, el Templo de Edfu y de Horus nos deja realmente aturdidos por su integridad y conservación. Al cruzar por las enormes e imponentes puertas custodiadas por el dios Horus nos sentimos verdaderamente empequeñecidos con la majestuosidad del templo.

La razón por la que el templo se encuentra en un excelente estado de conservación podría deberse –según nos comentó el guía– porque hasta mediados del siglo XIX el templo estaba enterrado en la arena casi en su totalidad. De hecho, parte de la aldea de Edfu, se construyó encima del templo cuando éste estaba cubierto por la arena del desierto.
Edfu, Templo de Horus - Vista del Pílono del Templo

Edfu, Templo de HorusEdfu, Templo de Horus

Edfu, Templo de Horus, Barca Sagrada

Edfu, Templo de Horus

KOM OMBO

A medida que el viaje por el Nilo nos acerca a Asuán (o Aswan), tenemos de nuevo el placer de contemplar y visitar un importante templo cuya entrada está casi a orillas del río. Debido al recorrido, los barcos y cruceros que llevan a turistas por el Nilo hacen su parada aquí por la tarde, casi anocheciendo, lo que nos permite visitar un templo muy bien iluminado pero de noche.

Las columnas se iluminan con una bonita iluminación ambiental, mientras el cielo se vuelve de un azul profundo tras la puesta de sol. Debido a la hora, es una experiencia única explorar Kom Ombo por la noche y descubrir la magia en el crepúsculo.

Templo de Kom Ombo de nochePozo para medir el nivel del Nilo
Templo de Kom Ombo de noche
Templo de Kom Ombo de noche

Barcos atracando frente al templo de Kom Ombo

PHILAE

Un increíble espectáculo de luz y sonido, una experiencia que se hace en varios templos de Egipto, pero que –según se dice–, el de Philae es el mejor, sin tener en cuenta el maravilloso espectáculo de luz y sonido de Abu Simbel.

El espectáculo nocturno nos cuenta con luz y sonido la historia del templo mientras se ilumina el complejo regalándonos una mágica visita al templo, caminando por los pasillos y las ruinas iluminadas suavemente y observando el maravilloso juego de luces.

Philae y la ciudad de Asuán (o Aswan) es la última parada en las rutas por el Nilo, desde aquí sólo queda visitar la presa de Asuán que retiene las aguas del impresionante lago Nasser, y realizar un viaje de uno o dos días hasta los templos de Abu Simbel. También hay mucho que ver en Asuán, entre lo que destacamos el pintoresco pueblo Nubio de Asuán.

Nubio tocando un instrumento junto al Nilo

Obelisco inacabado de AswanCasa del Pueblo Nubio de Aswan

Templo de Abu Simbel de noche

Después de eso, aquí es donde acaba el viaje recorriendo el Nilo por Egipto, río que dio la vida a una de las culturas más impresionantes de la historia y que hoy en día, aún con el desierto acechando, sigue siendo el corazón y único testigo vivo de la historia de Egipto.

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