Aún recuerdo aquel día con mucha felicidad masculina, de esas cosas tontas que te hacen feliz cuando menos te los esperas. Estábamos teniendo un día muy largo, día que empezamos en Rávena, hicimos parada en San Marino, recuerdo que comimos algo (ya para cenar) en Potenza y seguimos haciendo kilómetros hasta Villa San Giovanni, donde pretendíamos cruzar a Sicilia por el estrecho de Messina… Os llevamos a un pueblo llamado Polla.

Tras cientos y cientos de kilómetros en una de las etapas más largas que he tenido en un viaje por carretera, con el cansancio acumulado, el bajón, el sue;o … de repente, una placa en la autopista nos señalaba el lugar: Un Pueblo llamado POLLA … de repente, una sonrisa nos cambió la cara a Guardiola, Alfons, a mi (Alfonso) e hizo fruncir el ceño a Mariate, que nos acompañaba en este viaje … tras eso, risa tonta, sacando cámaras … un subidón, pero cuando menos lo esperamos la salida había pasado, tan sólo pudimos ver desde la carretera un cartel de un supermercado que ponía “hiper polla”, algo que a los tres mosqueteros nos hizo aún más felices.

Un Pueblo llamado Polla, Italia

Es probable que todo ésto sólo lo entendamos los españoles, ya que Polla es como llamamos a nuestro “miembro viril” o pene, ya sé que en mucho países latino-americanos os referís a Polla como Novia o Apuesta en Colombia, una recolecta de dinero en Chile, un examen o prueba en Ecuador, un calificativo de chica fácil en México, cuando una chica se ve bien en Panamá, borracha en Perú, mocos o flemas en El Salvador, etc etc … pero en este caso nos referimos como he dicho, al Pene, ya que Polla es como vulgarmente lo conocemos en España.

Nos prometimos parar a la vuelta, de regreso de Sicilia, ya que teníamos planeado pasar unos días allí y después ir a Nápoles para visitar las ruinas de Pompeya, pero esto lo contaré al final del artículo (incluyendo cuando nos paró la policía).

Aquel puebllo llamado Polla en Italia es parte del Parque Nacional del Cilento y Vallo di Diano, está situada entre la Monti della Maddalena y las Montañas Alburni, donde hay una densa vegetación mediterránea; además la ciudad está dividida en dos por el río Tanagro. Polla es accesible en coche desde la principal autopista que cruza de norte a sur de Italia por la costa Oeste a lo largo de la autopista A3 Salerno-Reggio Calabria, donde hay una salida en el peaje marcada obviamente con su curioso nombre: “Polla”, si viajas en tren, debes hacerlo también hasta la estación de Polla.

Algo escondido tras su divertido nombre, y algo que descubrimos una vez allí en Polla, es que la ciudad y todo lo que le rodea, es un interesante centro de Espeleológica de turismo de la provincia de Salerno, ideal para los amantes del senderismo y el trekking. En particular, la cueva al pie de la colina de San Antonio, descubierta en el año 1956, es posiblemente su lugar natural más famoso, donde se pueden hacer largos recorridos descubriendo grandes cámaras en su interior.

Además, en la conocida como Cueva de Polla, se encontraron muchos objetos y utensilios que dan fe de la presencia del hombre desde la Edad de Piedra y la Edad del Bronce. A parte de la espeleología, mucha gente viaja aquí para probar la gastronomía típica de la cocina “pollense”, cocina basada en la vegetación y los cultivos típicos del Cilento: olivos, cereales, frutales y castaños, protagonistas de los platos típicos de su cocina, que se puede disfrutar en los restaurantes de Polla. Aquí añado: “Su gastronomía es la Polla”, … para los latinos, también se usa “Polla” en castellano como que algo es muy bueno.

Hay muchas maneras de alojarse en la este pueblo llamado Polla: casas rurales y B&B sobretodo, no recuerdo haber visto ningún hotel u hostal, pero si recuerdo que estaba todo lleno, incluyendo las casas de acogida, muy populares en Italia. Y es que Polla es un lugar escogido por muchos italianos de la zona para relajarse explorando las montañas del Cilento.

Desde el punto de vista artístico y cultural, en el casco antiguo de Polla es de origen medieval, donde se puede visitar las iglesias de San Nicolás de los griegos y de San Nicolás de los latinos. Nosotros esperábamos encontrar a Santa Polla, pero desafortunadamente aquí quién manda es San Nicolás; el castillo es del siglo XII; el monasterio franciscano de San Antonio es del siglo XVI; también se encuentran en este pueblo llamado Polla, la iglesia de Santa María de Constantinopla y la iglesia benedictina de San Pietro.

Aunque visitamos el pueblo fuera de fechas de festivales, Polla tiene varios eventos, entre los que destacan dos que se celebran cada verano, estos son el festival amateur «Teatro Amore Mio» y el Festival de pizza.

Un Pueblo llamado Polla, ItaliaPolla, ItaliaUn Pueblo llamado Polla, ItaliaUn Pueblo llamado Polla, Italia

Cómo mencionaba anteriormente, cuadramos el viaje de regreso de Sicilia para hacer noche en Polla, con el objetivo de encontrar todos los carteles referentes a su nombre, visitar a Santa Polla –que como he mencionado, es San Nicolás su patrón-, queríamos comprar en Hiper Polla, desayunar en Café di Polla y hacer todo lo que pudiéramos alrededor de su gran nombre.

A la entrada al pueblo a las tantas de la noche nos paró un grupo de carabineros en un control a la entrada de la ciudad (un control de la Polla), y allí armados en exceso –la verdad- nos pidieron la documentación y fueron a su coche. A lo lejos escuchamos: “Guardiola !!!!”, y es que Vicent (quién conducía esa noche) se apedillaba Guardiola, que por aquel entonces jugaba en el equipo de fútbol de la Roma y era una de las estrellas del Calcio italiano. Esto les debió hacer gracia, ya que bromearon con ello. Tras varias preguntas como “qué hacéis aquí”, etc etc… pudimos entrar a Polla.

No encontramos alojamiento alguno así que decidimos dormir en el coche, al principio en una zona donde pasaba gente que tras ver que comenzaban a curiosear … decidimos movernos hasta una calle separado junto al río y allí estuvimos hasta que amaneció.

Pasamos la mañana tomando algunas fotos de carteles y visitando el pueblo, por aquel entonces (2003) viajábamos con cámaras analógicas, así que el número de fotos fue bastante pequeño, pero lo disfrutamos.

Fuimos a desayunar a un lugar donde nos empezábamos en que nos leyesen o dijesen el nombre del pueblo, pero para ellos era “Pola”, no “Polla”, … pensarían que estábamos locos … pero bueno, en fin, desde aquí seguimos el viaje de buena mañana en nuestra roadtrip por Italia, dejando esta pequeña anécdota en medio.

Pequeñas cosas que a los hombres nos hacen felices.

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